Old, old Roger.

Dicen las personas que el mejor beso con alguien es el segundo. Me refiero, por supuesto, a los besos que se le dan a la chica -o chico- "flash". Acuñé este término una tarde de octubre del 66', mientras charlaba con un abuelo, empapado en petróleo,  hallá en mi querida Libia; daba la casualidad que aquel hombre (que se hacía llamar Sr.Know) tenía descendencia hispana y podiamos hablar en un perfecto andaluz cabrense del bajo Guadalquivir.

Una "Flash Girl" es aquella chica con la que no puedes mantener la mirada más de unos pocos segundos (se han dado casos de nanosegundos), que te hace un nudo en los estómagos -si distinguidos caballeros, los humanos tenemos dos estómagos, aunque la NASA aún lo niega-. Os pongo en situación: imaginaos un lugar que no conocéis, con un olor verdoso (el olor verdoso lo podéis encontrar el cualquier dogrería, es parecido a la hierba recién cortada), un tono ambiental antiguo y, como no, una cama. Ahora situad a vuestra chica flash sentada en los pies de la cama, esperando que lleguéis, impaciente. Ahora meteos a vosotros mismos en tercera persona, estáis ahí con vuestra mejor pinta. Pasad a primera persona. Intentad miradla a sus alucinantes ojos, !ES IMPOSIBLE¡ Dios, ¿por qué cuesta tanto? (Os preguntáis). Ella espera vuestro beso... pero aquí se acaba la situación, que cada cual elija un final.

Es un delirio no poder mantener la mirada fija en los ojos más perfectos del planeta, no poder meterse por su pupila, echarse una siesta flotando en el éter cerebral, enredarse en las cálidas neuronas, no poder nadar en sus sueños y encontrar sus pensamientos, buscarlos con ansia. Pero esto no se puede hacer en unos pocos segundos, necesitas una vida entera -o puede que un poco menos, quien sabe-,  por eso no sabemos que es lo que piensan las mujeres; pero con una simple mirada (de más de unos segundos claro) sabemos muchas cosas más y a la vez ella sabe que lo sabemos, se forma un circulo enredado de asquerosos fluidos, nadando de aquí para allá entre neuronas y ojos, pupilas, éteres, impulsos eléctricos, recuerdos, pinturas de Dalí, instintos... ¡Una orgía destructiva de pensamientos con una simple mirada! Eso es, al fin y al cabo, querer.

Con todo esto -y cambiando de tema pues se me iba de las manos- os cuento que el segundo beso es el mejor, porque en el primero intentas no chocar piños, no pasarte de lengua, intentar no tocar la teta con el codo otra vez, etc. Por eso las chicas lo tienen más fácil -por naturaleza ellas saben besar, será por instinto o qué se yo-, lo único por lo que tienen que preocuparse es por no reirse cuando les rozamos los pechos y hacemos que no ha pasado nada, "seguro que no se ha dado cuenta" pensamos, pero !si que lo hacen¡. Por eso el segundo mola muchísimo más, porque dar un beso es fácil, si claro, y una polla. Dar un beso es fácil, pero dar un buen beso no, eso es más complicado, los factores que influyen son demasiados -infinitos mal contados-; los superordenadores aún no pueden simular un beso ¿por qué? Pues porque nadie se ha puesto a crear algoritmos besucones basados en extrapolaciones gafapasteanas; más que nada porque los matemáticos e informáticos tienen pocos apuntes sobre como besar a una chica.

Si, eso es todo, pensamientos que rellenan este hueco, votadme en la encuesta para tener claro cómo deleitaros.  Y recordad, el final de la situación de arriba puede ser cualquiera, pero mi preferido es en el que nos veo a los dos haciendo la cama.

Hoy recomiendo: "do nothing for 2 minutes": donothingfor2minutes cortesía de Planeta Curioso. Un juego: Portal y una peli: "Olvídate de mí".