jueves, 15 de marzo de 2012

El fin del mundo ya llegó...

la tierra ya se empieza a abrir... prefiero que se apague el sol... antes que quedarme sin ti...
Ajel, solo se me ocurre una cosa: MARICÓN
Pero no, es una canción de Discordia, c'est fini, preciosa. Muahaha. ¿Qué me pueden ofrecer que no haya visto aún? jojo, vale paro ya. Es que mi vida no ha cambiado nunca nada, es para enloquecer.
Visto esto, tener que decir que hace mil y un año que no escribo nada porque, siemplemente, no tenia nada interesante que decir y ahora tampoco. Despotriquemos contra mis compañeros de clase, que son feos y yo el único guapo.
Es tremendo estar en clase, dos o tres horas y en vez de mirar al profesor como cualquier ovejo viejo pasado de rosca, dedicarte a observar el comportamiento de tus compañeros, un Following de Nolan, con menos presupuesto y un poco más gordo. Aunque resulta un tanto tenebroso descubrir que las chicas también se sacan mocos prefiero centrarme en otros "aspectos" de la mente humana, que actua tal y como es, salvaje y libre, cuando cree que no es observada.
Claro una clase con 120 personas no es el lugar más indicado para este estudio/raro/wannabe pero qué se le va a hacer. Pasando de algunos sujetos un tanto aburridos que se dedican a coger apuntes, rascarse la nariz y olerse los dedos después de meter la mano debajo de la mesa (¿?), creo que es esencial mirar y centrarse en las manias de las personas, gestos raros que pasan desapercibidos si no hay ojos profesionales mirando.

(si, me pone Cage)

Un dia tu cabeza hará explosión. Los humanos somos extraños por naturaleza, lo normal es aburrido y hay mucha normalidad, aunque los modernos de ahora creen que son extrafalarios es mentira, son idiotas -a parte- porque lo digo yo. Se preocupan por el "qué dirán", se preocupan por ir a la moda con ropas sacadas de alguna paja mental de Tim Burton, se creen guays por llevar cubos de basura en las orejas para escuchar Lori Meyers. Por favor, que alguien les diga la verdad de una vez. Sois tan  JODIDAMENTE NORMAL como un puto pepino de mar. NO destacais en nada, me da igual vuestro color de pelo, vuestro cuello para arriba, vuestros pantalones rotos, vuestras medias de colores. Todo eso ya está visto.
Todos cabeza abajo mirando vuestro puñetero wasap para hablar con alguien porque, admitirlo, no sois capaces de estar sin saber qué piensa una persona de vosotros ni un jodido segundo. Sois putas en un mundo de zorras. Pagais para correros, bañaros en fluidos y gozar de una posición social tal que podais meterosla por el culo y sentir placer.


Y lo peor es que -a parte de llevar la jodida legüeta de los zapatos por fuera- esto no tiene pinta de cambiar. Veo a los chicos y chicas jóvenes salir del colegio con un montón de mierda sobre ellos, incapaces de pensar por si mismos, con la cara pegada a un smartphone pagado por papi. Pero a vece sonrio cuando veo algún niño con un brazo de muñeco sobresaliendo por la mochila; en los ojos se le nota que está pensando, imaginando, aún de mayor quiere ser astronauta. O esa niña que aún se queda mirando al niño que le gusta, incapaz de decirle nada, porque los niños son unos brutos y aún no sabe por qué no puede dejar de mirarlo.
NO como los otros días, cuando un puto niño que no llegaba ni a chuparme la polla le dijo a una zorrita con marcas en las rodillas -y su móvil porsupu- que prometia no correrse dentro, a lo que ella le dijo que esta vez no le iba a creer. Aguantandome las ganas de violarlos verbalmente me di cuenta de que toda la culpa la tenemos nosotros, los humanos, las personas. El autocáncer que se muerde la cola.

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